“Imagínese ante un frasco dorado que contiene un elixir milagroso. Una gota diaria de ese fluido vital le dará una apariencia más joven, además de aumentar su energía y su calidad de vida, haciéndole sentir capaz y útil para el día a día. Un Elixir que aliviará el dolor, prevendrá las enfermedades y podrá incluso añadirle años de vida. Pues bien, tan magnífica sustancia no es otra que el ejercicio físico en sus diversas formas, con cuya práctica se pueden obtener esos resultados tan espectaculares.”
Es conveniente conocer que al alcance de nuestra mano encontramos una de las “Herramientas” modernas, la actividad física, que ahora acertamos a descubrir en base a estudios científicos como uno de los métodos más óptimos para la mejora del bienestar y la salud de la persona.
La actividad física, tiene una función importantísima en la salud. Por un lado, como prevención de posibles enfermedades y “dolencias” y por otro, como rehabilitador ante el padecimiento de estas.
Las personas sedentarias tienen al menos el doble de posibilidades de sufrir un infarto frente a aquellas que hacen ejercicio físico. El ejercicio aérobico moderado practicado de forma regular beneficia al corazón de diferentes formas. Por ejemplo, caminar deprisa tiene las siguientes ventajas: Baja la frecuencia cardiaca y la presión arterial; Mejora el colesterol; Baja los niveles de azúcar en sangre; reduce el estrés y mejora el humor; Abre los vasos sanguíneos y, en combinación con una dieta sana, puede mejorar los factores de coagulación sanguínea.
Los ejercicios funcionales son ejercicios o gestos en los que se tienen en cuenta tanto los músculos movilizados para realizar el movimiento como los que se encargan de mantener la postura y el equilibrio, dado que es un ejercicio que mejora la tolerancia o rendimiento en el trabajo, acciones cotidianas o deporte en general, sin sacrificar la función articular y neurológica del cuerpo.
Dejando ligeramente de lado las tendencias tradicionales que iban enfocadas hacia los ejercicios analíticos y localizados, buscando el aislamiento muscular para un mejor rendimiento del grupo a entrenar debido a que en la actualidad, los estudios enfocados hacia la salud en lugar del rendimiento han hecho tambalear a los ejercicios más clásicos en varios de sus objetivos: mejora de la calidad de vida, recuperación de lesiones e incluso el propio rendimiento atlético.
La diferencia principal entre los ejercicios funcionales respecto los convencionales reside en los movimientos multi-dirección y que engloban la acción coordinada de varios grupos musculares (de los que destaca la musculatura abdominal profunda como estabilizador), así como de la propiocepción (relación del cuerpo con el espacio) y del equilibrio.
Por esto, en LLedoSport le ofrecemos todo un equipo integrado de profesionales a su disposición con las últimas tendencias en “Fitness” y “Wellnes” con el único propósito de que la calidad de vida de nuestros pacientes se vea beneficiada y aun más si cabe optimizar los potenciales personales para el éxito en la vida cuotidiana.
Bibliografia.
David Llopis Goig. Ejercicio físico, salud y calidad de vida / coord. por Víctor Arufe Giráldez, Aida Domínguez Iglesias, José Luis García Soidán, Angela Lera Navarro, 2008, págs. 179-198
Prevention Magazine Health Books. Ediciones Pirámide. 1996
Márquez, S. (1995). Beneficios psicológicos de la actividad física. Revista de Psicología General y Aplicada, 48 (1), 185-206.
García-Ferrando, M. (1991). Los españoles y el deporte (1980- 1990). Un análisis sociológico. Madrid: Instituto de Ciencias de la Educación Física y el Deporte.
Luis Pastor Cremades
Maestro especialista en Educación Física
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y Especialista en Actividad Física Adaptada.