La primera vez que acudí a una clase de Pilates fue hace unos 8 años, clases de grupo durante unos meses, lo dejé por falta de tiempo y poder dedicarme a otras actividades, natación. Pero realmente cuando he descubierto los beneficios del Pilates, ha sido desde hace un año, a raíz de una lesión en la espalda, hernia discal intervenida; un traumatólogo me recomendó “invierte en Pilates”, y aunque al principio me daba algo de miedo, al final me decidí, y en esas estoy, pero con clases personalizadas de Pilates.
Mi espalda ha mejorado de forma importante, he fortalecido toda la musculatura que sujeta la columna, perdido la rigidez y ganado en flexibilidad, me muevo de forma más natural, los dolores se han atenuado bastante y me permiten tener más actividad, y veo que aún puedo mejorar más. Ana Lázaro de Galí, una gran profesional y muy experimentada en la práctica de Pilates, ha ido adaptando los ejercicios a mi condición física y a la capacidad de respuesta de mi organismo, ahora además estamos trabajando para conseguir disminuir las molestias que me provoca el estar sentado mucho tiempo, y que me limita para disfrutar de una sobremesa, ir cine…
Yo recomendaría la práctica de Pilates personalizado, con un profesional cualificado en esta técnica, que es la mejor garantía de que los ejercicios se realizan de modo correcto y obtener los mejores resultados, para prevenir las lesiones de espalda, o como en mi caso cuando ya ha habido una lesión que te deja limitada, te va ayudar a disminuir los dolores, poder tener más actividad, y en definitiva a tener mejor y mayor calidad de vida.
Dra. Vega