Actualmente entendemos por dolor crónico, aquel cuya duración es superior a 6 u 8 semanas. Se define el dolor como la interpretación, por parte de nuestro sistema nervioso central, de un estimulo nociceptivo. Cuando hay daño en un tejido u órgano se produce este estimulo nociceptivo, que llega al celebro y en función de la interpretación de la situación, por parte de nuestro cerebro , el individuo percibirá dolor o no, y la intensidad de este será mayor o menor.
O sea, no siempre que hay daño en una parte del cuerpo se produce dolor , por ejemplo cuando un soldado se siente herido en plena batalla , con el consiguiente peligro para su vida , hasta que no se encuentre a salvo no empezarà a sentir dolor . Y no siempre que hay dolor existe daño en un tejido , ni tan siquiera es necesario que exista el tejido , en cuestión, para que exista dolor , por ejemplo hay personas amputadas de un miembro que siguen sintiendo dolor en ese miembro a pesar de que ya no tiene ese miembro donde sienten dolor . Ello se explica porque donde se siente dolor es el cerebro .
El dolor es como una alarma (contra incendios) del cuerpo, pero puede darse el caso de que suene la alarma sin que haya motivo real (incendio) debido, por ejemplo, a una mala interpretación de la información ( como ocurre en un cortocircuito ) , por ejemplo como les ocurre a muchas personas con los cambios de tiempo.
Hay ciertas situaciones que favorecen la presencia de dolor crónico más o menos intenso sin que exista daño en el organismo o después de que este daño se haya reparado. Esto ocurre cuando fallan los mecanismos inhibidores del dolor.
Cada paciente es único y hay que analizar cada situación como especial y diferente. Existen estrategias tanto físicas, cognitivas ,emocionales, neurológicas y psicológicas que pueden ayudar a superar esta situación a un paciente que sufra dolor crónico.
En nuestro centro disponemos de fisioterapeutas formándose en este campo y de una unidad de neuropsicología para valorar y atender a pacientes que sufren dolor crónico.