El tobillo es la articulación que con mayor frecuencia sufre de torceduras o esguinces.
El esguince en un mecanismo forzado del tobillo; el más frecuente es el producido en flexión plantar e inversión del pie, provocando cambios en los tejidos (principalmente en el fascículo peroneoastregalino anterior) e incluso arrancamiento de los ligamentos de sus inserciones óseas.
Según la clínica se dividen en tres grados:
Grado 1: ligero estiramiento del ligamento
Grado 2: rotura parcial del ligamento acompañado de inestabilidad anterior
Grado 3: rotura completa del ligamento acompañado de inestabilidad anterior
¿Qué debemos hacer para que los esguinces de repetición no ocurran?
La causa mas habitual es una inestabilidad crónica desarrollada tras un esguince que no ha sido rehabilitado por completo, lo cual nos lleva a un debilitamiento, en especial de los fascículos peroneoastragaliano anterior y peroneo calcáneo; ante estos casos se requiere hacer una rehabilitación adecuada bajo supervisión del fisioterapeuta con el fin de fortalecer la musculatura del tobillo.
Desde el Centro de fisioterapia especializada Francisco Lledó, hacemos especial hincapié en el trabajo de los estabilizadores dinámicos mediante un programa específico y personalizado de acuerdo a la situación clínica de cada paciente.
Nuestro objetivo es potenciar la musculatura con el fin de que nos proteja ante un excesivo estiramiento (mecanismo lesivo). Sin olvidar otro punto importante de trabajo que son los ejercicios propioceptivos, con ellos conseguiremos una articulación capaz de responder ante esfuerzos rápidos y bruscos y así evitar posibles recaídas.